Costumbre.
(Del lat. cosuetumen, por consuetūdo, -ĭnis).
1. f. Hábito, modo habitual de obrar o proceder establecido por tradición o por la repetición de los mismos actos y que puede llegar a adquirir fuerza de precepto.
2. f. Aquello que por carácter o propensión se hace más comúnmente.
3. f. p. us. Menstruo o regla de las mujeres. (WTF?!)
4. f. pl. Conjunto de cualidades o inclinaciones y usos que forman el carácter distintivo de una nación o persona.
((Mientras no sepa para qué vine al mundo, seré mi mejor objetivo.))
Podés dedicar tu vida a rendir cuentas familiares y/o sociales. O pasarte veranos enteros tratando de imitar las tapas de Caras y publicidades de Quilmes.
También podés elegir tener miedo. A la muerte, por ejemplo… miedo que las religiones se encargarán de aliviar con una mano y alimentar con la otra.
No olvides leer el diario todos los días también, para tener más información de la vida de los demás, que de la tuya.
Y poco a poco, te vas a ir acostumbrando a que hay un gran sistema encargado de decirte qué colores se usan este verano, quién tiene un nuevo Roll Royce y a cuánto cerró la Bolsa en otros países.
Así, sin querer (ni poder) darte cuenta, remplazarás paulatinamente tu instinto y auto-confianza, por el control remoto, una afeitada más al ras y un yogurt que no sabes si te gusta o te hace bien. De ahí en adelante: Acción y Reacción. Una publicidad la Acción, una compra la Reacción... Y vas pasando de ser el protagonista de tu vida a un simple y vacío espectador reaccionario.
ACCIÓN: bombardeo informativo acerca de la 'inseguridad en las calles'.
REACCIÓN: miedo.
Así es como se toma el atajo de la Costumbre.
Ser un
autómata de costumbres tiene una parte mala y una buena: lo malo es que tus tardes se vuelven terriblemente aburridas, pero lo bueno es que
Tinelli se encarga de compensarlo...
Una vez acostumbrad@, todo se vuelve más sencillo. Las preocupaciones importantes desaparecen dando lugar a las inventadas.
Te va a llevar todo Noviembre decidir entre Mar del Plata y Villa Gesell, para al final elegir lo que elegís todos los años ¿Por qué? Porque estás acostumbrad@.
Así las costumbres pasan a decidir por vos y todo se vuelve más cómodo.
Y ahí vas…
80 años acostumbrado.
80 años durando 80 años.
80 años aparentando estar vivo.
((Teniendo la posibilidad de elegir, todo lo que uno haga por costumbre, es síntoma de estupidez.))
((Sapere Aude))